La situación de nuestro país inmerso en una crisis de valores espeluznante, y conducido hacia no se sabe dónde por unos irresponsables que sabemos positivamente nos han robado desde hace décadas, nos debe hacer reconsiderar a muchos nuestras anteriores actitudes ante las urnas.
No es momento de abstenerse ante la situación en la que nos están sumiendo nuestros gobernantes apoyados por los poderes fácticos, que a su vez delinean el tiempo y modo de las reformas que conduces a la pérdida de derechos que pensábamos establecidos en la sociedad para nosotros y nuestros hijos.
El duopolio que tienen montado los dos partidos mayoritarios que apenas se diferencian en lo temas capitales que nos afectan, no debe ocultarnos que hay otras opciones que desde la izquierda clásica a los movimientos nacidos al calor del 15M sí pueden representar un cambio para mejorar las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas que empiezan a ser mayoría en nuestro país.
Esta vez votemos, por quién sea que no haya gobernado, pero votemos. No queda otra opción, en la calle nos están ganando, que no nos ganen en las urnas.
Ocurrencias y referencias 